viernes, 9 de diciembre de 2011

Mensajes en un tarro de cristal


Un profesor tomó un tarro de cristal grande y lo llenó con piedras de regular tamaño. A continuación preguntó a sus alumnos si el frasco estaba lleno. Todos dijeron que sí. 

Entonces el profesor cogió una bolsita de perdigones y la vació en el tarro, agitando un poco para que fueran llenando los huecos. De nuevo preguntó si el recipiente estaba lleno. Todos respondieron, riéndose, que ahora sí. 

El profesor sacó entonces una bolsita con arena y la vació en el tarro mientras daba golpecitos para que se asentara. La arena acababa de llenar los espacios vacíos.

Me gustaría que entendieran- dijo el profesor- que esto es como sus vidas. Las piedras grandes son las cosas más importantes (sus familias, su salud, sus amigos…), cosas que cuando todo lo demás se pierde todavía llenará sus días. Las municiones representan cosas que cuentan algo menos, como sus trabajos, sus casas, sus vacaciones. Y la arena sería todo lo demás, las cosas insignificantes. Si llenan primero el vaso con la arena, no habrá espacio para las piedras y los perdigones. Lo mismo ocurre en la vida: si malgastan su tiempo y su energía en nimiedades no dejarán espacio para lo esencial. 

Por lo tano, establezcan prioridades, el resto es pura arena. Pero entonces un estudiante se levantó, cogió el frasco que todo el mundo, incluido el profesor, consideraba lleno y vació una lata de refresco dentro del mismo. Por supuesto el líquido embebió la arena y rellenó todos los intersticios, dejando esta vez el frasco verdaderamente lleno….

No hay comentarios:

Publicar un comentario

onaquiropractica@gmail.com