El primer
secreto es el poder de la actitud.
En cualquier situación estresante tengo que hacerme estas preguntas ¿Qué hay de
bueno? O ¿Qué puedo hacer para remediar la situación, pasándolo bien mientras
tanto? Mis pensamientos son los que me hacen sentir feliz o desgraciado, NO mis
circunstancias. Controlo mis pensamientos, por lo tanto, controlo mi felicidad.
El segundo
secreto es el poder del cuerpo. El
movimiento afecta a las emociones. El ejercicio nos libera del estrés y genera
endorfinas haciendo que nos sintamos bien. Los sentimientos de felicidad pueden
ser desencadenados en cualquier momento mediante el “anclaje” (PNL). Los
alimentos y la luz del día ayudan.
El tercer
secreto es el poder de vivir el momento
presente. Vivir el presente disipa los pesares, vence a la ansiedad y
reduce le estrés. Recuerda que cada nuevo día es un nuevo comienzo, una nueva
vida.
El cuarto
secreto es el poder de nuestra propia
imagen. Uno es como cree que es. Para vencer los complejos y las creencias
negativas sobre mí misma y crearme una imagen positiva debo averiguar cómo se
forjó esa imagen y si es cierta, debo decidir cambiar. Hacer cada día
afirmaciones positivas, afirmando el tipo de persona que quiero ser. Actuar del
modo que me gustaría ser. Preguntarme qué es lo que me gusta de mí misma.
El quinto
secreto de la abundante felicidad es el poder
de las metas. Las metas dan a nuestra vida un propósito y un significado.
Las metas nos dan un motivo para salir de la cama por las mañanas. Escribe tus
metas y léelas al despertarte, durante el día y antes de acostarte. Practica la
técnica de la mecedora, al menos dos veces al año (imaginar al final de la vida
estar sentada en una mecedora, repasando lo que no has hecho y te hubiera
gustado: viajes, trabajos, estudios… todo).
El poder del
sexto secreto es el poder del humor.
El humor alivia el estrés y crea sentimientos de felicidad. La risa aumenta la
concentración y la capacidad para resolver problemas. Toda experiencia tiene su
lado gracioso. No hay que preocuparse por las pequeñas cosas. La mayoría de las
cosas son….. pequeñas!.
El séptimo
secreto es el poder del perdón. El
perdón es la llave que abre la puerta de la felicidad. Mientras tenga
resentimientos y odios me será imposible ser feliz. Nadie sufre por mi
amargura, sólo yo. Los errores y los fallos son las lecciones de la vida.
Perdónate a ti mismo y perdona a los demás.
El poder del
octavo secreto es el poder de dar. La felicidad no se halla en tener que
adquirir para nosotros mismo, sino en dar y ayudar a los demás. Cuanta más
alegría damos, más recibimos.
El poder del
noveno secreto es el poder de las relaciones. La calidad de mi vida es la
calidad de mis relaciones. Nadie es una isla, todos necesitamos relacionarnos con
los demás. Toda alegría compartida se multiplica por dos, sin embargo, al
compartir un problema éste se reduce a la mitad. Trata a aquellos con quienes
te encuentres como si fuera la última vez que los va a ver.
El poder del
décimo secreto es el poder de la fe. La fe es el fundamento de la abundante
felicidad. La fe crea confianza, nos da la paz mental y libera al alma de las
dudas, las preocupaciones, la ansiedad y el miedo.
¡Sé feliz!
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