A veces oímos a alguien que dice “Me
siento mejor, no creo que tenga que volver”. Toda persona puede elegir si
quiere seguir o no el cuidado quiropráctico. Sin embargo, pueden encontrar
provechoso considerar el alcance de sus ganancias y qué pasaría si pararan lo
que estaba siendo bueno para ellos.
Cuando la gente viene por primera vez a
nuestra consulta, la mayoría viene con un estado clínico. Esto quiere decir que
sufren síntomas y signos como dolor, rigidez y debilidad. Estas condiciones
normalmente son el resultado del desgaste de la salud estado enfermizo, del
alivio a la enfermedad. Los problemas de la columna son el resultado de mucho
tiempo de estrés y tensión como los hábitos de trabajo, malas posturas a la
hora de dormir y preocupaciones, acelerados por accidentes sin vigilar. El
incidente final o la causa aparente es simplemente la gota que colmó el vaso.
Los cambios crónicos en la estructura y
función de la columna no se pueden reparar de un día para el otro. Obviamente
la primera tarea es tener los síntomas bajo control y salir del estado clínico.
Una vez esto se ha alcanzado podemos empezar la tarea de ayudar al cuerpo a
cicatrizar lo máximo posible para que la gente pueda llevar una vida más activa
y provechosa y que cambie el límite de riesgos degenerativos. Tu cuerpo
necesita tiempo; tiempo para cicatrizar, tiempo para recuperar su función
normal que te permita poder llevar una vida completa. No seas duro contigo
mismo, da a tu cuerpo la gracia de cicatrizar los ligamentos, músculos y otros tejidos
y remodelar los huesos. Sí, el hueso de un adulto puede cambiar, por eso hay
personas que optan por remodelar sus dientes cuando ya son adultos. Dejando
tiempo para cicatrizar, tu cuerpo puede ser más fuerte, saludable y capaza de
envolverte en los placeres de la vida.
La elección está en intentar ser la mejor
persona y más saludable que puedas o simplemente pasar con dificultad por la
vida y la elección es tuya.
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