La lista de los efectos segundarios encontrada en la ficha técnica del ácido acetilsalicílico es larga y parece darse a entender que los posibles efectos adversos son de escasa importancia pero la simple mención de los mismos lo desmiente. Porque son todos estos:
1. Según el propio prospecto.
-Angioedema (efecto adverso frecuente).
-Dificultad respiratoria (efecto adverso frecuente).
-Dolor abdominal (efecto adverso frecuente).
-Erupciones cutáneas (efecto adverso frecuente).
-Espasmo bronquial paroxístico (efecto adverso frecuente).
-Hemorragia gastrointestinal (efecto adverso frecuente).
-Hipoprotrombinemia (efecto adverso frecuente, según el prospecto, cuando se toma en dosis altas).
-Molestias gastrointestinales (efecto adverso frecuente).
-Náuseas (efecto adverso frecuente).
-Rinitis (efecto adverso frecuente).
-Síndrome de Reye (poco frecuente).
-Trastornos hepáticos (particularmente en pacientes con artritis juvenil. Poco frecuente).
-Úlcera gástrica o duodenal (efecto adverso frecuente)
-Urticaria (efecto adverso frecuente).
-Vértigos (efecto adverso frecuente).
-Vómitos (efecto adverso frecuente).
Además, el propio prospecto de Bayer advierte: “Si se observa la aparición de: Malestar o dolor gástrico, hemorragia gástrica o intestinal o deposiciones negras, trastornos de la piel, tales como erupciones o enrojecimiento, dificultad para respirar, cambio imprevisto de la cantidad o el aspecto de la orina, hinchazón de la cara, de los pies o de las piernas, deje de tomar el medicamento y consulte a su médico inmediatamente ya que pueden indicar la aparición de efectos secundarios que necesitan atención medica urgente.
2. Según la Ficha Técnica de la AGEMED.
A los ya mencionados en el prospecto la Agencia Española del Medicamento (AGEMED) añade los siguientes afectos adversos:
-Alteraciones en el sistema nervioso central (tinnitus, pérdida de oído y vértigos)
-Cefalea (con dosis altas)
-Disnea grave
-Hepatitis
-Mareos
-Nefritis intersticial
-Sudoración excesiva (con dosis altas)
Además la AGEMED recomienda “precaución en ancianos, sobre todo con insuficiencia renal o que tengan niveles plasmáticos de albúmina reducidos debido al riesgo de una toxicidad elevada” y añade que “debe evitarse la administración de ácido acetilsalicílico antes o después de una extracción dental o intervención quirúrgica”, entre otras precauciones. Por ejemplo, dice textualmente la Ficha Técnica: “Este medicamento deberá administrarse bajo estrecha supervisión médica en caso de hipersensibilidad a otros antiinflamatorios/antirreumáticos, deficiencia de glucosa-6-fosfato deshidrogenasa, urticaria, rinitis e hipertensión arterial”.
3. Según el Nomenclator Español.
Por si fuera poco lo dicho hasta ahora el Nomenclator Español incluye otros efectos adversos posibles:
-Hepatotoxicidad (poco frecuente).
-Hiperácidez gástrica.
-Hipoglucemia (en casos excepcionales)
-Necrosis tubular aguda con fallo renal (poco frecuente)
-Trombocitopenia secundaria
Por otro lado, tanto el prospecto y la Ficha Técnica de AGEMED como los contenidos del Nomenclator hacen una advertencia especial a las embarazadas acerca de la peligrosidad de este fármaco para el feto. De hecho la Agencia Española de Medicamentos afirma que durante el embarazo “sólo debe tomarse tras una estricta evaluación de la relación beneficio-riesgo” ya que se sabe que el ácido acetilsalicílico atraviesa la barrera placentaria y hay estudios epidemiológicos que sugieren “un aumento del riesgo de abortos y malformaciones congénitas (incluyendo malformaciones cardiacas y gastrosquisis)”. Añadiéndose que “su administración en el tercer trimestre puede prolongar el parto y contribuir al sangrado maternal o neonatal y al cierre prematuro del ductus arterial” por lo que su uso durante el tercer trimestre de embarazo está contraindicado. Tampoco se recomienda su uso durante la lactancia porque el ácido acetilsalicílico se excreta a través de la leche materna y puede producir efectos adversos en el niño. Esta información –aunque de forma más reducida y menos explícita- puede leerse en el propio prospecto que se limita a decir: “El consumo de este medicamento durante el primer y segundo trimestre del embarazo puede ser peligroso para el embrión o el feto y debe ser vigilado por su médico. No deberá de tomar este medicamento durante el tercer trimestre de embarazo”. Y, de nuevo, el Nomenclator vuelve a ser el texto más explicito: “El uso crónico con dosis altas de salicilatos durante el tercer trimestre puede prolongar la gestación lo que podría dar lugar a daño o muerte fetal por disminución de la función placentaria y aumentar el riesgo de hemorragia antenatal materna”. A lo que añade: “El uso de salicilatos, especialmente de ácido acetilsalicílico, durante las dos
últimas semanas del embarazo puede aumentar el riesgo de parto con producto muerto o de muerte neonatal”. Y termina diciendo: “El uso de ácido acetilsalicílico sólo se acepta en caso de ausencia de alternativas terapéuticas más seguras”.
A lo dicho hay que añadir que según la propia Bayer y la AGEMED “no se debe administrar Aspirina en casos de:
-Antecedentes de hemorragia o perforación gástrica tras el tratamiento con ácido acetilsalicílico u otros antiinflamatorios no esteroideos.
-Asma.
-Enfermedades que cursen con trastornos de la coagulación, principalmente hemofilia o hipoprotrombinemia.
-Insuficiencia renal o hepática grave
-Molestias gástricas de repetición.
-Niños menores de 16 años ya que el uso de ácido acetilsalicílico se ha relacionado con el Síndrome de Reye, enfermedad poco frecuente pero grave.
-Úlcera gastroduodenal activa, crónica o recurrente ”.
Fuentes:
Revista Discovery Salud, www.dsalud.com
Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios
(AGEMED) -www.agemed.es-
Nomenclador Español de Medicamentos, www.hipocrates.com
www.aspirina.com